jueves, 16 de mayo de 2013

El cementerio de los corazones rotos: lobos y corderos virtuales


Con el avance de la tecnología móvil, en el mundo gay han irrumpido diversas aplicaciones que te permiten contactar con chicos para literalmente LO QUE QUIERAS. La gran novedad que introducen respecto a los chats de toda la vida (ya en desuso...) es que realizan una selección sobre tus diferentes preferencias (la clásica...activo/pasivo, oso, divorra...) pero, sobre todo, introducen el parámetro de la cercanía, es decir, para qué te vas a poner a buscar un chico en la Conchinchina si puedes tirarte al vecino...Porque sí, aunque haya de todo, se utilizan principalmente (aunque aún haya ilusos que busquen el amor) a modo de SEXO A LA CARTA. Las conversaciones pueden llegar a ser de lo más particular pero la que más se suele repetir es la siguiente:
- Hola!
- Hola
- Qué tal?
- Bien y tú?
- Bien tb, qué buscas?
- Ah, vale, yo tb, tienes foto?
- Ok, pásame tu número y quedamos por whatsapp.

No obstante, bien puede haber chicos que aunque no te conozcan de nada te pregunten de antemano (intúyase la gracia) que si de vez en cuando se te va la mano. Vamos, lo que quieren  es hacerte saber que les encanta que les des unas cuantas hostias mientras te los follas. También, lo que es mejor, puede haber lo que te preguntan si eres discreto porque tienen novia y no quieren que se entere.Vamos, lo más normal (y antiguo) del mundo.
Lo que más me sorprende es la dimensión paralela que se ha creado. La forma de ligar ha cambiado tanto...Los bares gays ya no tienen apenas clientela...el ambiente está cada vez más decadente, en mi opinión por culpa de la crisis y, evidentemente, por culpa de estas aplicaciones que contribuyen al no consumo. Ay... el mundo de las relaciones está cambiando a una velocidad vertiginosa. Sin embargo, lo que más me importa es el impacto psicológico que puede tener en muchas personas, en los más sensibles, en aquellos que luego se culpan después por no poder controlar sus instintos, en aquellos que todavía piensan que ser gay no es normal, en aquellos que piensan que las relaciones que mantenemos entre nosotros mismos no son las típicas (pero les gustaría) en las que el chico trata de seducir a la chica, se toma su tiempo, le compra rosas y le escribe cartas. Y efectivamente, NADA, muy poco tienen que ver estas relaciones con el romanticismo tradicional. Los tiempos cambian y, pase lo que pase, hay que adaptarse. Pero siempre es difícil crecer con una idea en la cabeza, esa idea de amor romántico, puro y limpio y, sin embargo, ver cómo es pisoteada en la vida real. Quizás hay ciertas convenciones, etiquetas, condiciones...que debemos empezar a borrar para sobrevivir, al menos psicológicamente hablando.     

En mi caso, aunque he chateado con varios chicos a través de una de estas aplicaciones, sólo he llegado a quedar con uno y la verdad es que conocí a una persona bastante atractiva que más que sexo buscaba una amistad...Quizás yo también buscaba lo mismo. Pasé tres horas con él hablando sobre todo y nada en concreto, riendo y bebiendo cerveza como si nos conociésemos de siempre. Luego llegó el momento de la acción, ese momento en el que descubres si realmente eres compatible con alguien. Lo que me hace pensar que es cierto el dicho de que es en la cama donde se conoce a las personas. Desafortunadamente, no fue el caso, no éramos nada compatibles! El chico pese a ser uno de los más guapos con los que he estado era única y restrictivamente activo, algo que no rima con mi espíritu versátil, a lo que se unió el desorbitado tamaño de su miembro y el hecho de que pese a ser bastante guapo no me llegaba a excitar... por lo que no pudimos hacer casi nada...Así que decidí que nunca jamás lo volvería a llamar aunque por su parte quedasen las puertas abiertas. Pues gracias a él me di cuenta de que yo no buscaba sexo, de que tampoco buscaba un amigo, de que lo único que necesitaba era algo de afecto, ser comprendido y olvidar algunos malos recuerdos...Sin embargo, esa no era la forma, ese no era el camino.

En resumen, lo que quiero transmitir con esta entrada es que el sexo a través de estas aplicaciones NO ES DEL TODO A LA CARTA (todo lo contrario, sigue siendo un azar). Cada persona es un mundo y pensar que a través de una aplicación puedes encontrar a alguien que te complemente o se adapte a tus caprichos, en el sentido que sea, puede resultar una idea bastante equivocada. En el peor de los casos puedes encontrar a alguien que, en muy poco tiempo, te destruya, te rebaje a la peor de tus condiciones, utilice tu baja autoestima, un momento de debilidad o mera ingenuidad en su propio beneficio... Porque en el fondo estas aplicaciones cumplen con la función de ofrecer un salvavidas a personas en situación de naufragio sentimental, inseguros, avergonzados de sí mismos, llenos de miedos, despechados...Es un medio tan efímero como peligroso...que acoge a las mentes más débiles del mundo así como a los más depredadoras (lobos, corderos y todas sus mezclas y variantes). Supongo que este tipo de aplicaciones no son más que cementerios virtuales donde se encuentran enterrados aún con vida miles de corazones. Algunos de ellos logran ser rescatados y traslados urgentemente a la unidad de cardiología más próxima. Otros cesan en su lucha y acaban siendo poco a poco devorados por numerosos parásitos. Y no estoy diciendo con esto que no se deban utilizar, digo, más bien, que se utilicen pero con cabeza. Son un medio más, eso sí, de muy fácil acceso. Lo que pide cierta cautela sobre todo cuando nos sentimos solos o bajos por cualquier razón...porque, como dice el refrán, lo que rápido viene, rápido se va y las consecuencias pueden ser nefastas. Aunque pensándolo bien tras releer la entrada me parece una gilipollez todo lo que he escrito...La vida es tan relativa...Nos pueden y nos podemos hacer daño de tantas formas...Que condenar a estas aplicaciones me parecería una hipocresía, pues supongo que habrá gente que disfruten y obtengan más beneficios que males, de ahí a que tengan tanto éxito...aunque habría que estudiar las raíces de ese éxito claro está. El caso es que los gays tenemos la manía de hacernos daño a nosotros mismos (por si fuera poco el daño que nos hacen los sectores más intolerantes de la sociedad)...A veces o más bien siempre me da mucho miedo este mundo (pero esto lo dejaré para otra entrada). En fin, si has llegado hasta aquí ya te habrás dado cuenta de que esta es la peor de mis entradas con diferencia. I´m sorry.